miércoles, 29 de mayo de 2013

La evidente mejoría de "MasterChef"

 Podría haber titulado este artículo "Por qué ahora me gusta MasterChef" aludiendo a aquel que escribí en sentido negativo pero prefiero no ser tan positivo, esto es un PA, progresa adecuadamente, no una alabanza. Quizás podáis pensar que la mejoría evidente a la que me refiero es a su share pero no, creo que ese éxito no sólo se debe al cambio de día sino que es consecuencia directa de sus cambios, mejoras que demandaban sus espectadores a gritos.
 En este caso la productora ha sabido reaccionar a tiempo antes de que se confirmara el desastre inicial y el invento no remontara en las listas de audiencia y hay que reconocer que lo ha hecho bien. Todavía quedan aspectos por mejorar, es cierto, pero viendo el buen camino que llevan quizás nos sorprendan a final de temporada. El jurado sigue siendo estático y excesivamente guionizado, por ejemplo, pero no tanto como la supuesta presentadora que se ha convertido en motivo de chanza continua en las redes sociales. Quizás es que el formato nunca necesitó una presentadora pero una vez que la ponen ahí... por favor, que su presencia esté justificada.
 En las últimas tres emisiones se ha humanizado la figura del jurado, Pepe aprovecha cada encuentro con la entrañable Maribel para entablar impagables diálogos. La de Benicarló, por cierto, ha sido una de las grandes sorpresas del programa. Si al principio resultaba una señora resabida y pesada, incapaz de escuchar y mucho menos de aceptar una crítica, es ahora una mujer divertida y que demuestra que el sentido común siempre es un valor. Cuando nadie se esperaba que llegara a estas alturas de la competición ha subido varias veces la escalera con comentarios muy positivos de los jueces.

 Sin embargo, los directores del programa siguen primando en montaje los comentarios supuestamente graciosos de Cerezo (que a veces lo son, claro, otras simplemente son enervantes) y la actitud inadmisiblemente altiva, ególatra, competitiva y prepotente de José David. Si querían un villano, ya lo tienen pero ¡cuidado! no abusen de él en la edición o perderá su fuerza en pantalla.

 Pero, ante todo, "MasterChef" ha mejorado notablemente en sus contenidos. Los guionistas se han dado cuenta, por fin, de que el espectador de un programa culinario (aunque sea con la forma de un reality, un concurso o un coaching show) quiere "cocina", esto es, divulgación, aprendizaje, trucos, explicaciones... En las redes sociales, especialmente en twitter, se demandaba constantemente más imágenes de la elaboración, más consejos... y ahora los hay. Que los profesionales de la tele aprendan esta última enseñanza: las redes sociales pueden ser muy peligrosas y llevarnos a engaño, no todos los espectadores están ahí pero sí que analizando bien sus mensajes puede constituir una encuesta en tiempo directo sobre lo que no gusta.
Quedan unos cuantos programas de "MasterChef" y si se continúa así rebasará la barrera del 20% de share y hasta es posible que los espectadores empiecen a disfrutar verdaderamente con un formato que tiene unas posiblidades enormes.


Fotografías de Javier Herráez. TVE.

sábado, 25 de mayo de 2013

El secreto del éxito del Studio Ghibli

Manuel Robles vuelve a demostrar su profundo conocimiento sobre el célebre estudio de animación japonés en el segundo volumen de su Antología, en éste se centra en la etapa que va desde 1999 a 2011, es decir, la de la estabilización tras el exitazo internacional de Totoro. La editorial Dolmen ha puesto especial interés en que el volumen sea práctico y muy visual, una guía de las películas que ayudaron a que Ghibli sea una fábrica de sueños de referencia en todo el mundo que ha influido a genios de la animación actual como John Lasseter, fundador de Pixar y responsable en buena medida de que Miyazaki haya podido estrenar en EEUU con normalidad y que una actriz como Lauren Bacall haya puesto voz en "El Castillo Ambulante", colaboración que hizo especial ilusión al director japonés.

En esta segunda etapa de Ghibli nos encontramos títulos tan importantes como "El viaje de Chihiro", "Cuentos de Terramar" o "Ponyo en el acantilado" y otros menos exitosos pero importantes para la búsqueda de nuevos caminos como "Mis vecinos los Yamada". Cada paso dado por el estudio es explicado en este libro por Robles que, por cierto, incorpora imágenes en color, una novedad con respecto al volumen anterior que se agradece mucho.
En definitiva, un libro muy práctico para los fans de Miyazaki y compañía que servirá para descubrir datos nuevos sobre esos filmes que tanto nos han hecho disfrutar... y soñar.

jueves, 23 de mayo de 2013

Alfons Figueras o el humor negro




Cada vez que reviso mi tebeoca de Bruguera o que me encuentro con una vieja revista de Mortadelo o Zipi y Zape en una librería de viejo busco las páginas de ese pequeño y selecto grupo de autores que más me interesaban entonces y que siguen siendo una referencia para mí. Mientras la gran mayoría adoraba el estilo Ibáñez, que se convirtió en la "norma" en la última etapa de la editorial, yo prefería esos dibujantes más personales, minoritarios, con un estilo sólo para gustos exquisitos aunque también fueran populares. Raf, Martz Schmidt y Alfons Figueras formaban un triunvirato que me fascinaba, quizás porque se escapaban de lo habitual, porque sus viñetas tenían su propia personalidad, siendo de la escuela Bruguera no eran tan bruguerianas como otras y eso, marcaba la diferencia. Raf y Schmidt merecen una reivindicación inmediata pero Figueras, afortunadamente, sigue vivo editorialmente.


Sí, es cierto que no hace mucho pudimos ver una recopilación de historietas tanto de Raf como de Schmidt en una loable y digna iniciativa a lo SuperHumor de RBA pero lo de Figueras ha ido más allá. En los últimos años ha visto cómo su obra ha sido recuperada por dos editoriales al margen de modas: Astiberri y El Patito. La primera recogió las aventuras de Topolino en un tomo y la segunda algunas de sus páginas más negras en "Doctor Mortis" y "Estampas malignas". Figueras era un tipo curioso, un erudito en cine, el género de terror en todas las variantes populares, el cómic clásico norteamericano, los pulp... Uniendo esas filias con su negrismo consiguió crear una obra coherente e intransferible. Siempre decía que no era un gran dibujante, discrepo rotundamente. 
Figueras falleció en 2009, justo cuando El Patito Editorial había lanzado las Estampas, libro que todavía sigue en su catálogo y que recomiendo vívamente como el del inefable Doctor Mortis.

lunes, 20 de mayo de 2013

Will, el color de "Spirou"

 Si hablamos de Will a un belga posiblemente piense en la revista "Spirou" donde este artista en el sentido más amplio de la palabra desarrolló su trabajo durante cuatro décadas. Su caso es muy curioso y por eso la editorial Dupuis, la de la revista en cuestión, decidió el año pasado dedicarle uno de sus Integrales, una edición merecida y pendiente desde hacía años puesto que estas planchas no habían sido reeditadas nunca.
 Para la gran mayoría de sus seguidores Will fue el dibujante de la serie "Tif et Tondu" durante treinta años aunque nunca hizo un solo guión. Aquellos personajes no eran suyos, eran heredados, un encargo de la editorial y lo consideraba trabajo, nada más. Eso sí, excepto los dos años en los que fue director artístico de la revista "Tintín", la competencia, les fue fiel. Dupuis, supo agradecer su entrega permitiéndole "desahogarse" en portadas e historietas de su propia creación. Su verdadera pasión era la pintura y como fauvista que era insufló colores vivos a sus trabajos, siempre que la técnica lo permitía.

 Durante años también ayudó a otros autores como Peyo en series como "Valentín Acero" y sus fondos eran muy apreciados por sus compañeros. En esas colaboraciones se adaptaba al estilo requerido pero en sus viñetas, las que hacía por iniciativa propia, desarrollaba una línea más espigada y gustaba de aplicar color directo, algo inusual y no siempre con buen resultado al ser editado.
 Con este volumen, Dupuis ha querido homenajear a uno de sus autores más representativos pero también de los más discretos. Y en esta ocasión especial ha recurrido, siempre que ha sido posible, a los originales conservados por su hijo de tal manera que los lectores podrán comprobar cuál era su verdadero trabajo gracias a las actuales técnicas de reproducción.

 En sus 142 páginas podemos observar la evolución de este currante del cómic belga fallecido en 2000 a los 72 años y que requería un reconocimiento inmediato. Aquí no creo que se edite nunca, entre otras cosas, porque sus series son prácticamente desconocidas así que un Integral tiene poco sentido pero si habláis francés y os interesa la historia de la BD os recomiendo buscarlo en webs como Amazon.



jueves, 2 de mayo de 2013

La libre enseñanza de "MasterChef"

 En las últimas semanas la audiencia empieza a responder a los retos culinarios de la gran apuesta en entretenimiento de la pública esta temporada. Las alarmas por los bajos registros de los primeros programas saltaron enseguida y eso propició el cambio del día de emisión; ese traslado les ha favorecido y el martes supieron aprovechar la locomotora futbolística para obtener un buen 18% de share. Sin embargo el programa sigue igual, con los mismos errores que detectaron críticos y espectadores al principio, entre otras cosas porque ya se habían grabado varios programas antes de su estreno. La pregunta es, ¿corregirán sus equivocaciones ahora que han remontado?
 El mayor problema apuntaba Iturriaga en su blog "El comidista" de "El País", no transmiten el disfrute que proporciona la cocina. Aquí todo es tensión, el jurado es inflexible pero no aporta soluciones, sólo se queja, humilla e insulta bajo guión. El pinganillo es visible sin disimulo, algo que sería comprensible en la presentadora (si ésta tuviera algún papel reseñable, que no es el caso) y las réplicas son dignas de "El rival más débil". Cuando a tres profesionales de la cocina se les quiere convertir en actores de la noche a la mañana pasa lo que pasa: que suenan huecos y artificiales. La sobreactuación del jurado provoca que la audiencia les pierda el respeto, no ofrecen credibilidad como cocineros o gastrónomos, más bien son un remedo de Risto y, seamos claros, Risto es un bluff que no merece clones.
El otro gran defecto de "MasterChef" es que no enseña, enfrenta a sus concursantes a retos imposibles de solucionar para un funcionario, un ama de casa o un soldador. Cuando la dirección eligió a esos participantes sabía que nunca habían cocinado para un batallón, que tenían muchas carencias pero que, a pesar de todos esos inconvenientes, tenían un talento innato para la cocina y, sobre todo, destilaban pasión por ella. Con este programa parece que van a conseguir que la odien y que se sientan inútiles. La vejación constante a la que someten a Noé, por poner un solo ejemplo, no tiene sentido alguno, si es tan malo ¿por qué no lo eliminan? Curiosamente siempre aparece una excusa para no hacerlo pero no parece casual que a la semana siguiente él tenga que recibir los mismos reproches de un jurado que no ha resuelto sus dudas. También se quejan habitualmente de Fabián, un joven de 18 años al que acusan de no evolucionar. ¿Cómo va a hacerlo si no le explican qué pasos seguir? En el último programa los concursantes de la prueba final se enfrentaron a una albacora (túnido desconocido para la mayoría) y a una tempura. Prácticamente ninguno había preparado antes una y, desde luego, tampoco sabían como limpiar un pescado. ¿Es eso un delito? ¿No están ahí para aprender?
"MasterChef" podría ser un gran, gran programa pero a mí me ha decepcionado. Esperaba algo más positivo, divertido, atrayente, que contagiara pasión por la gastronomía pero no, sólo me enerva.

Fotografías de Javier Herráez. TVE