jueves, 7 de marzo de 2013

La campana del infierno

 Extraña sensación la que tuve el pasado sábado al ver, de nuevo, la iglesia de Noia. No era mi primera vez en esa pequeña localidad coruñesa pero esta vez se daba la peculiaridad de que un par de días antes había estado viendo una película de terror en la que este monumento tiene un papel muy especial.
Se trata de "La campana del infierno", una coproducción hispano-francesa de 1973 que ha sido editada en DVD en EEUU pero no aquí. A lo largo de estas décadas ha recibido distintos títulos en inglés, desde "The Bells" (Las campanas) a "The Bell from Hell" (traducción literal del título en castellano) en su primera edición en VHS, algo que es habitual con las películas de género. Chicho también sabe algo de los títulos cambiantes...

 
 En el film, la iglesia aparece así, con un segundo campanario en construcción que no existe en la realidad puesto que en su día se quedó a medias por diversos motivos (el económico principalmente) que se han ido tergiversando con los años y se han convertido en "la maldición" que rodea a todos los que intentan completar la obra y que también tiene relación con este largometraje.

El film en cuestión es el último trabajo del director y realizador Claudio Guerín, muy apreciado por su labor en TVE desde finales de los 60. Para no extenderme os aconsejo que consultéis la entrada correspondiente en mi blog sobre historia de la televisión.
En el reparto encontramos a Renaud Verley, un actor francés que comenzó en la televisión siendo un niño y que todavía hoy es un rostro habitual en series de su país, y la gran Viveca Lindfors, una prestigiosa actriz sueca a la que podemos localizar fácilmente en películas como "Moonfleet" (Fritz Lang), la bíblica "Rey de Reyes" o la noventera "Stargate" amén de mil series de todos los tiempos, desde "Los intocables" a  "Ley y orden" pasando por "Bonanza" o "Dinastía" aunque para los niños de los 80 ella es, indefectiblemente, "La tía de Frankestein". En papeles menos protagónicos pero no por ello menos suculentos, un excepcional Alfredo Mayo y la bellísima Maribel Martín ("Fortunata y Jacinta", "Tardes con Teresa").

 Siendo una peli de terror de principios de los 70, es decir, en pleno tardofranquismo sorprende encontrarnos con tímidos destapes (los pezones estratégicamente tapados) o escenas sorprendentemente audaces, sexualmente hablando, solucionadas con primerísimos (y expresivos) planos.

 Todo el metraje destila una violencia inusitada hoy en día. No sólo la evidente y gráfica sino otra, aún más incómoda, que es la "interna", la que no se ve, la que se percibe en las miradas, los encuadres, los movimientos, el maltrato psicológico.
 Algunas secuencias son hoy políticamente incorrectas y no se permitirían bajo ningún pretexto. Aviso a los estómagos más sensibles a los que haya despertado la curiosidad con estas palabras, que ciertas escenas rodadas en un matadero son tan explícitas que pueden provocar naúseas.
Dicho todo esto, y sin adelantar nada del argumento, hay que explicar por qué me produjo esa curiosa sensación ver en persona la iglesia de la película. Resulta que grabando los últimos planos, el director Claudio Guerín, un perfeccionista nato y con una estética visual muy personal, se precipitó desde lo alto del falso campanario al pisar un suelo de cartón piedra. Su amigo (y productor en otros trabajos) Juan Antonio Bardem finalizó lo que quedaba, tanto de rodaje como de edición y la película se estrenó sin ser lo que Guerín hubiera querido, aún teniendo en cuenta que era un encargo y no un trabajo de autor. A pesar de eso, este film es realmente interesante y destila una cierta belleza visual, sin contar las escenas a las que hacía referencia antes. Nos quedaremos sin saber cómo hubiera sido lo que Guerín tenía en la cabeza... y esa debería ser la única hipótesis que nos plantea "La campana del infierno". Desgraciadamente, el mortal accidente de su director la ha hecho acreedora de un cierto "malditismo" pasto de libros y programas con tendencia al sensacionalismo. Cuando se habla de ella no es para recalcar sus valores artísticos, lo arriesgado de su propuesta, su culto fuera de nuestro país... no, en España la mentamos para elucubrar sobre la maldición que rodea al campanario ausente de Noia o incluso sobre un supuesto (y más que increíble) suicidio. En TVE fue el mismísimo Ibáñez Serrador quien la reivindicó a principios de los 80 al incluirla en su selección de "Mis terrores favoritos". Posiblemente fue la única vez que se emitió con ciertos honores.

Aquí tenéis la peli completa (mientras no la eliminen por problemas de derechos). No olvidéis mi advertencia previa con respecto a la extrema dureza de algunas escenas:




1 comentario:

Anónimo dijo...

la salida a la venta en libro del guión cinematográfico de la película maldita por excelencia del cine español: "La campana del infierno", de Santiago Moncada y publicado por Neys Books Ediciones.
La presentación en primicia será en LA SEMANA GÓTICA DE MADRID, en el corte inglés de Callao.