martes, 25 de diciembre de 2012

Nochebuena en TVE

Empezar la Nochebuena en la tele que todos pagamos con el discurso del Rey (no la peli) no es precisamente la juerga padre pero como llevamos más de 35 años viéndolo casi nos hemos acostumbrados y realmente no le escuchamos hasta que al día siguiente en los telediarios nos resumen sus mensajes. Eso sí, este año al menos innovó en su postura a lo Carrascal, todo un trending topic en los comentarios caseros. Sin duda alguna el programa más sobresaliente de los producidos por TVE para la noche pasada fue el de Alejandro Sanz. No me meteré en la crítica musical, que no me corresponde, sino a su factura visual, impecable, elegante... más no se puede pedir a un show musical. Incluso la escenografía rompió la estética imperante en los últimos años en la pública y acertaron de lleno. El Especial de Miguel Bosé emitido a continuación era más discreto pero no por ello menos efectivo.
El problema se presentó antes, justo después del Mensaje monárquico. "Bailando y cantando contigo" era un pestiño que no merece figurar en el curriculum del director y realizador Hugo Stuven. Este calco de "Furor" pretendía ser una especie de Telepasión cutre con "famosos" de la Casa compitiendo musicalmente. Absurdo es que un programa con gente de TVE esté presentado por una estrella de Antena 3 que además se lleva de jefe del equipo masculino a uno de los concursantes del espacio insignia de la otra cadena, "Tu cara me suena". Aparte de aburrido y por si esto fuera poco, la selección de participantes demuestra que la tele vivió momentos mejores. ¿Esas son sus estrellas? ¿en serio?
Para ver lo mejor de la noche (según mi criterio, claro, para otras opiniones visiten más blogs y todos contentos) llegó bastante tarde pero al menos llegó. El especial de Michael Bublé de la NBC desde su país natal, Canadá, fue sencillamente brillante. Con invitados como Rod Stewart o Elmo (de Barrio Sésamo), Bublé entroncó directamente con la vieja tradición norteamericana de crooners showman como Sinatra, Dean Martin o Bing Crosby al que, gracias a la técnica, pudimos verlo en un dúo con el propio Michael.

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