Es difícil explicar lo que supone buscar historias que sean interesantes para el programa y que además sean novedosas, que aporten algo al espectador, que los protagonistas transmitan algo, que los animales estén bien cuidados... y una vez encontrada que durante la grabación todo salga bien. A veces tenemos que hacer las cosas de forma mucho más improvisada, ayer fue uno de esos días, salimos hacia Sarria para una urgencia veterinaria, no conocíamos la granja ni a sus responsables ni a los animales ni a los veterinarios pero todo salió perfecto. Cuando estábamos a punto de irnos nos informan de que en la casa de al lado tienen un parto de una vaca pero antes han de solucionar una torsión de matriz. Nos quedamos, yo intervengo en el parto de manera muy activa, todo sale bien.

Termina la grabación y comprobamos en el monitor que la cinta está bien... y no, no lo está. El disgusto que nos pillamos, el berrinche que cogimos, la rabia y la desesperación que se apoderó de parte del equipo no es descriptible. Las casi dos horas de viaje hasta la productora fueron bastante desagradables hasta que hicimos una última comprobación el magneto y... ¡estaba bien! El fallo anterior era de la propia cámara al reproducir la cinta.

Respiramos aliviados.