No es el caso de Izan, esta tigresa de más de 180 k con la que tuve química desde la primera vez pero es que ya hemos llegado a un punto de confianza extrema, no sólo yo sino el resto del equipo, que se lo pregunten a Diego que el martes sufrió una mordedura en la rodilla mientras jugaba con ella, nada grave, tranquilos.
Ahora bien, lo de las avestruces Sonia y Natalia es otra historia, cuando fuimos a grabarlas (segunda vez que estábamos con ellas) tuvimos que esperar una hora y tres cuartos para poder subirnos sobre ellas tal y como decía el dueño que les gustaba. Sin embargo, hace un par de semanas volvimos por allí y nada más vernos se agacharon y bajaron la cabeza como diciéndonos "hoy sí que os dejamos, ya confiamos en vosotros". Alucinante.
4 comentarios:
Así ten que dar gusto grabar. Saúdos e apertas.
Http://cgruan.blogspot.com
qué guay y qué gratificante
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