Esta imagen fantasmagórica se captó en el monasterio de Sobrado dos Monxes y, en contra de los deseos de Íker Jiménez, no son dos fantasmas que quedaron anclados en ese lugar por los siglos de los siglos amén... somos el monje que cuida de los mastines y un servidor en plena grabación.

En realidad la excusa para ir era la vaquería del monasterio, tan sólo dos centros monacales en toda España las conservan, pero lo que queríamos mostrar era la familia de mastines que conviven con ellos.

Aquí está el equipo esperando a comenzar, a pesar de las caras no es que lo pasemos mal, sólo querían imitar la foto de promoción de Los Soprano, ejem...